BICENTENARIO CHARLES DARWIN

Charles Robert Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en The Mount, Shrewbury, Shropshire y falleció en Down House, Downe, Kent,  el 19 de abril de 1882. Estamos celebrando [2009] el bicentenario de un naturalista que revolucionó el mundo científico de su tiempo, el 150 de la aparición de su obra cumbre «On the origin of species by means of natural selection» y el 127 de su fallecimiento.

El prestigioso Royal Mail que, como tantos otros correos semiprivatizados no para de generar pérdidas para el erario público cuando antes era uno de los más saneados del orbe, lo ha escogido para lanzar una preciosa serie -tampoco es la primera vez que honran al personaje los sellos del correo británico- centrada en las islas Galápagos que le sirvieron de inspiración para lanzar al mundo su teoría sobre la evolución de las especies. Los sellos reflejan numerosos ejemplares de una fauna que cautivó y atrapó a uno de los más grandes naturalistas de todos los tiempos.

Carlos Roberto fue el quinto vástago del doctor Robert Waring Darwin, su formación inicial la recibió en la escuela de su pueblo natal y, de manera autodidacta, atesoró vastos conocimientos de historia natural debido a su afán coleccionista; de su hermano mayor obtuvo conocimientos de química y, en 1825, marchó a Edimburgo a estudiar medicina por expreso deseo de su padre, aunque la materia no le cautivó, sus encuentros con naturalistas y las sesiones de las sociedades científicas iban perfilando su futuro. Su padre no estaba conforme con el rumbo que seguía y lo envió a Cambridge para que siguiera estudios eclesiásticos de cara a integrarse en la corriente protestante, tampoco lo entusiasmaron y en la prestigiosa ciudad universitaria continuó cultivando su pasión por la naturaleza y amplió su colección de coleópteros; en esa etapa lee los trabajos de Humboldt y Herschell, entabla relación con el profesor Henslow que le recomendará [sin salario] para el viaje que estaba proyectando el HMS Beagle a  Patagonia, Tierra del Fuego, Chile, Perú e islas del Pacífico en 1831.

De sus apuntes se extrajo el siguiente texto sobre las Galápagos: «Aquí, tanto en el espacio, como en el tiempo, tenemos la sensación de que estamos algo más cerca de ese gran acontecimiento -ese misterio de los misterios- que es la aparición de nuevos seres sobre la tierra»; lo escribió en la ensenada de la isla de San Cristóbal, apenas tenía 26 años. Aún hoy, visitar las islas es retroceder en el tiempo, es un lugar no apto para turistas ya que las comodidades que encontrará son escasas, el archipiélago tiene restringida la presencia de visitantes para preservar su flora y fauna. En 1959 Ecuador declaró Parque Nacional toda la superficie de Santa Cruz, San Cristóbal, Floreana e Isabela, otras islas e islotes que a dicha fecha no estaban colonizados también fueron protegidos y desde 1978 son Patrimonio de la Humanidad (UNESCO); con ello se garantizaba la integridad del territorio insular frente a la cultura depredadora del turismo de masas, aunque no sea imposible conseguir el pase para poder viajar a las islas desde Quito o Guayaquil, dicho sea de paso, el cupo es limitado para evitar perturbar a la rica a casi mil kilómetros de las costas ecuatorianas.

Tan tranquilo es el archipiélago que todavía se descubren especies sin catalogar, como sucedió con la Iguana Rosada que saltó a la primera plana de las publicaciones científicas en 1986 cuando se descubrió la especie en el volcán Lobo (Isla de Isabela), por dos de los guardias forestales, según una reciente información en la revista PNAS (Proceeding National Academy of Sciencies) la iguana rosada se generó hace cinco millones de años.

De ese gran viaje regresaría a Londres en 1836, convencido de la evolución natural de las especies y se dedicaría, en las décadas siguientes, a la preparación de sus trabajos y anotaciones científicas, en esa etapa fue Secretario de la Sociedad Geológica, contrajo matrimonio en 1839. En 1842, debido a su delicado estado de salud, se traslada a la campiña en Down hasta sus últimos días.

Su célebre teoría ha sido objeto de apasionadas discusiones, muchas de ellas fuera del alcance científico, pero Darwin nunca afirmó nada sin dar una pormenorizada y minuciosa explicación de los hechos analizados y basándose en sus observaciones para la redacción de sus famosos escritos que cautivan por su claridad y modestia en los acertadísimos juicios. Darwin fue un hombre sincero que trató de esclarecer, desde la perspectiva de su curiosidad, el origen de las especies; trabajó en otros espacios naturales y estudió numerosos fenómenos (atolones, trópico, luz solar, fertilidad del suelo, etc.) que dejó plasmados en centenares de documentos que todavía, casi dos siglos después de su nacimiento, siguen cautivando a los especialistas.

Filatélicamente, nuestro personajes no es un bicho raro en el mundo del sello, pero este año del bicentenario de su nacimiento y 150 de la publicación de la más famosa de sus obras, está llamado a girar por completo el panorama que nos permitirá, a poco que nos lo propongamos, montar una preciosa colección temática sobre su vida y su obra, un legado que revolucionó el naturalismo, fruto de un lustro de apasionante viaje por el Nuevo Mundo y el Pacífico Sur.

Serán muchas las administraciones postales que honrarán su figura, por lo pronto nos han llegado informaciones del Reino Unido, Italia y Cuba que el 12 de febrero del 2009 lanzan un total de 10 sellos (6+4 respectivamente) y el Royal Mail, además, una hojita bloque con cuatro sellos centrados en cartografía del archipiélago ecuatoriano y en donde podemos encontrar información adicional (cartografía, flora y fauna) según los mapas empleados por el Capitán Fitzroy a bordo del Beagle.

Los sellos del Reino Unido tienen la particularidad de emitirse en formato autoadhesivo y con una pestaña a modo de puzzle, estos son los valores:

AC (Acifrado de primera clase nacional),  retrato del barbudo naturalista.

48p Cabeza de una iguana de las islas Galápagos.

50p Diferentes cabezas y picos de los pinzones estudiados durante su estancia.

56p Atolón del Pacífico, el Beagle visitó las islas Cocos (Keeling) en 1836.

72p Flora, orquídea abeja.

81p Antropología, orangután del Zoo de Londres.

En el BC HB van 2xAC (1ª clase) para el cormorán y la tortuga gigante; 2x81p Iguana y sinsonte de Floreana en donde existe un antiquísimo buzón postal que hizo historia a lo largo de varias centurias, allí dejaban los navíos el correo y, cuando algún nuevo barco fondeaba, era costumbre de los capitanes transportar el correo encontrado y dejarlo en el siguiente puerto o llevarlo hasta el país de destino como una de las normas existentes entre los caballeros del mar para llevar noticias a familiares y amigos cuando el servicio postal ni era universal ni frecuente. Aún funciona, sólo que ahora los visitantes parece que son ajenos al romanticismo. Yo me traje una decena de tarjetas que hice seguir para los destinatarios españoles [lo mismo hicieron los viajeros de otra decena de nacionalidades que coincidimos en aquel periplo por el archipiélago que colmó de anécdotas nuestro morralito] que hice seguir a través del correo español una vez regresé hace una veintena de años… Mis postales nunca aparecieron, lo que indica que nadie se hizo cargo o simplemente algún coleccionista se quedó con ellas: de nada nos sirvió visitar las pocas instituciones y colocarle sellos de caucho allá por donde pasábamos para «ilustrarlas» con el mayor número de marcas posibles. De esa isla hay una bella historia que hace un buen puñado de años publicó la barcelonesa EDITORIAL JUVENTUT.

La hojita bloque, impresa en litografía y engomado normal, fue diseñada por Howard Brown, la emisión realizada en la planta de Seguridad de De la Rue en formato autoadhesivo de 25 o 50 ejemplares por hoja y dentado o corte simulado que facilitaba el despegue enganchado del sello en los envíos (no es el mejor sistema y una vez usados muchos sellos se autodestruyen cuando intentamos lavarlos con lo que tampoco ayudan mucho a la gran familia de los filatelistas). No obstante, el Royal Mail lanzó varias versiones para intentar rentabilizar el Bicentenario de Darwin. Curioso: los servicios postales no quieren que la gente franquee su correspondencia con sellos como siempre se ha hecho [acudan a una oficina del Correo Español y verán lo difícil que es comprar sellos para adherir a nuestras cartas] y, sin embargo, no paran de inventar y lanzar «memorabilia» para «arañar» el máximo del bolsillo de los aficionados que todavía disfrutan coleccionando estampillas. He aquí el cuadro de los materiales británicos:

DENOMINACIÓN

ESPAÑOL FACIAL Y AMPLIACIÓN DE DATOS
STAMPS Sellos 4,51 £. Hojas de 25 o 50 ejemplares autoadhesivos.
PRESENTATION PACK Paquete de presentación 6,30 £.
FDC Sobre Primer Día 4,38 y 3,23 £ (sellos y hojita respectivamente). Sólo se sirven por estricta suscripción y circulan por el servicio postal. Preparado por la Dobson & Crowther Ltd., en su interior va una cartulina informativa sobre el árbol de la vida preparado por Dorothy Porter, la impresión corrió a cargo de la Fulmar Colour PRINTING Company Ltd.
PRESTIGE STAMP BOOK Carnet de Prestigio 7,75 £ escrito por Eugene Byrne, contiene todo lo que sobre Darwin es imprescindible saber para el temático.
PRESS SHEET Plancha u Hoja entera 37,90 £ plancha de imprenta completa con doce hojitas bloque sin cortar.
On the origin of species coin cover Sobre Filatélico-Numismático 19,95 £ lleva la HB y el sello de Darwin junto a una moneda de dos libras realizada por Ian Rank Broadley (anverso) y Suzie Zammit (reverso) dedicada al famoso libro. Diseñado por Thyme Design Associates,  contiene folleto de seis páginas con información sobre su vida y obra.
STAMP CARD Tarjetas 4,40 £ en total once tarjetas, una por cada diseño y la onceava con la hojita bloque al completo. Suelen utilizarse para realizar tarjetas máximas, aunque se venden sin franquear en las oficinas del Royal Mail a modo de Tarjetas Postales.
POSTMARKS Matasellos Dos que se pueden solicitar un par de semanas antes, el correo los hace llegar a partir del 12.02.09 desde el Servicio Filatélico de Edimburgo o bien desde la oficina de Shrewbury.

En cuanto a los sellos cubanos poco tenemos que añadir aparte de su belleza, fueron diseñados por Ricardo Monnar, su facial fue:

10c Darwin.

65c Mapamundi y ruta seguida por el Beagle.

75c Portada de su obra y mesa de trabajo.

85c Darwin ya anciano y su célebre croquis sobre el árbol de la vida.

Italia lanzaba un sello de 65c con su retrato y las figuras estilizadas con la evolución del hombre sobre un fondo amarillo mostrando la portada de la primera edición de su célebre teoría editada en 1859, motivo que también se utilizó para el matasellos de primer día. El diseño corrió a cargo de Cristina Bruscaglia, se imprimió en hojas de 50 ejemplares en los talleres de Seguridad del Instituto Poligráfico y Casa de la Moneda (IPZS) de Roma a cinco colores en rotocalcografía. También se realizará una muestra conmemorativa que permanecerá en Roma (Palacio de Exposiciones) hasta el 3 de mayo y se desplazará a Milán (4 de junio al 25 de octubre) en donde se instalará en la Rotonda de Besana. Una buena oportunidad para recorrer la vida y obra de uno de los más grandes naturalistas de todos los tiempos.

TOPONIMIA:

Darwin, código postal 8364, pequeño asentamiento de Río Negro, a 3 km de Choel Choel, tuvo estación de ferrocarril en la red del inmenso territorio argentino.

Darwin, capital de los Territorios del Norte (Australia).

Darwin, pequeño poblado de las islas Malvinas (Falkland para los británicos) a pocos kilómetros de Stanley, la capital del archipiélago austral.

Seguramente hay más poblaciones con este topónimo, pero cada vez es más difícil obtener matasellos de las oficinas de correos o éstos son sumamente deficientes pues son aplicados por contratados de última hora que en muchos casos no tienen nociones de filatelia.

www.royalmail.com/stamps
www.e-filatelia.poste.it/
khollingsworth@aawazltd.com

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@gmail.com
lacandon999@yahoo.es

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Juan Franco Crespo

Maestro de Primaria, licenciado en Geografía, doctor en Historia de América.

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