La exuberancia fantástica del Barroco italiano (2)

<– Viene de la primera parte

El estilo Barroco, en cualquiera de sus manifestaciones, constituyó una explosión de forma y color, donde la sensualidad estaba a flor de piel.

En arquitectura dominan los gustos curvilíneos. Las formas se ondulan y los muros se incurvan. Los frontones, habitualmente triangulares, pasan a dividirse en curvas y contracurvas, y el orden colosal se generaliza: grandes columnas y pilastras, columna salomónica en espiral… Las cúpulas alcanzan grandes dimensiones, y consecuentemente la luz invade igualmente grandes superficies.

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Estilo Barroco siciliano de la Collegiata, en Catania

Las decoraciones se complican y enriquecen convirtiéndose en los elementos más importantes en el llamado rococó, o Barroco tardío, donde las rocallas constituían un elemento decorativo abundante.

En la escultura, el naturalismo heredado del Renacimiento se convierte en un realismo sin piedad, donde la idealización queda reducida, y se convierte en reflejo absoluto de la vida. El dinamismo y movimiento que adquiere es desconocido hasta entonces.

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David; escultura barroca de Bernini

La pintura introduce en el Barroco nuevas formas de concebir los temas y elementos. Aparecen paisajes y bodegones; se desarrollan nuevos modos de concebir la luz, el color y la composición. También la representación humana adquiere otras expresiones: ya no se idealizan ni se muestran solo las beldades de los modelos o las figuras, sino que lo feo, deforme o vulgar, es objeto de atención de los pintores.

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Las Meninas, famosa pintura barroca de Velázquez

Singular importancia aquiere también la pintura religiosa y el retrato. La atmósfera y la luz ambiental difusa, se reproduce mediante la perspectiva aérea, que pretende reproducir un ambiente real de la distancia que rodea a objetos y personajes.

A finales del siglo XVI, en Italia –especialmente en Roma debido a ser sede de pontífices que intentan resucitar la gloria de los papas renacentistas–, cuajaron estas innovaciones y dieron impulso a un gran movimiento artístico y cultural. Pronto este movimiento se extendería por el resto de Europa.

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