SALUD: Conocer el cerebro: Educación y proceso de evolución cerebral - 6ª parte
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Salud

CONOCER EL CEREBRO

Educación y proceso de evolución cerebral - 6ª parte

Fuente: Extracto de la obra "Conocer el cerebro para la excelencia en la educación"


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Lenguaje (continuación)

letra capitular Está demostrada la existencia de muchas más áreas implicadas en el lenguaje y datos que justifican la implicación de los dos hemisferios en el procesamiento, por ejemplo, en el procesamiento de vocales y consonantes y que el hemisferio derecho procesa mejor lo no lingüístico. No obstante, hoy se admite que todos los centros del lenguaje están estrechamente ligados unos con otros formando redes neuronales.

Podemos concluir esta aproximación diciendo que la organización del lenguaje se articula alrededor de dos polos:

  • Un polo receptivo: puerta de entrada que comporta por un lado, la audición y la compresión del lenguaje hablado y, por otro lado, la visión y la comprensión del lenguaje escrito.
  • Un polo expresivo: puerta de salida que comporta, por un lado, la formación o articulación verbal al igual que su adecuación al contexto del entorno.

Proceso de adquisición del lenguaje

La lateralización de las funciones lingüísticas en un hemisferio (el que gestiona la mano más hábil, frecuentemente la derecha), se organiza entre el 14 mes y los 2 años y se consolida progresivamente hasta la pubertad; no obstante, incluso el hemisferio no dominante del cerebro adulto conserva capacidades lingüísticas elementales. El bebé diferencia pequeños cambios fonéticos y después de los 10-12 meses se queda con los sonidos más habituales y significativos para el idioma materno.

Es importante incidir en este punto sobre la importancia del «motherese» o «parentese», la forma peculiar en la que los padres hablan con los bebés exagerando sonidos y alargando palabras. Esta acción tan innata en los adultos, resulta positiva para el aprendizaje porque ayuda a conocer y memorizar los sonidos propios de la lengua materna.

Más tarde, si el cerebro se expone a una nueva lengua entre 1-3 años, ésta será procesada por el hemisferio izquierdo como una segunda lengua materna. Entre los 4-6 ya no se identifica como materna y es procesada por ambos hemisferios. A los 12 años, se pierde gran capacidad para percibir el acento del idioma como un nativo. Es conocido que un segundo idioma no se almacena en el mismo lugar que el primero, porque hay casos en los que, por lesión cerebral se pierde uno de ellos, pero no el otro.

Por supuesto, con esfuerzo puede aprenderse, pero no con éxito en todos los casos. Lo que pierde es la capacidad de tratar como significativo ligeras diferencias importantes para determinar el acento de cada lengua. Esta pérdida es también una ganancia en organización rápida y eficaz de sonidos conocidos, presta más atención a percibir los sonidos de la lengua materna en vez de procesar todas las diferencias de todos los idiomas. (Estudio de Annett Karmiloff-Smith, Universidad de Londres).

Es por esto, que cuanto antes ocurre la exposición a cualquier idioma, mayores son las probabilidades de éxito, ya que el cerebro la interpretará como lengua materna y habrá mayores posibilidades de interiorizar el acento propio de un nativo.

Además, los niños criados en entornos bilingües pronuncian mejor, comprenden la sintaxis mejor y reflexionan antes sobre el lenguaje. Sin embargo, varios estudios afirman que el verdadero bilingüismo no existe, dado que siempre existe una mayor preferencia y exposición a un idioma que a otro.

En el caso del aprendizaje de la lecto-escritura, cuando se aprende en edades tempranas se activa el hemisferio izquierdo, mientras que cuando se aprende tardíamente es el derecho el más activo o, en todo caso, se lleva a cabo una actividad bilateral. De cualquier manera, existen numerosas variables (biográficas, culturales, educacionales,…) que influyen directamente en la organización cerebral para la adquisición del lenguaje.

Desde el punto de vista educativo, mantener una enseñanza globalizada del lenguaje tanto hablado como escrito y lector en el que se active el hemisferio derecho hasta una predisposición madurativa del izquierdo es mejor que iniciar el aprendizaje de la lecto-escritura con destrezas fonológicas o de deletreo de palabras. Asimismo, es conveniente dar a los niños la oportunidad de escuchar, pero sobre todo, de hablar con muchas palabras y frases diferentes (palabras cortas, posteriormente más complejas, lo mismo que las frases) introduciendo cada vez novedades.

El aprendizaje de otras materias

En el contexto de la aplicación de la neurociencia al aprendizaje, se dan dos circunstancias:

  • En su mayor parte, los trabajos de investigación y la traducción de sus resultados al campo de la práctica, la gran mayor parte del esfuerzo se ha aplicado a cuestiones relacionadas con la ayuda a personas con problemas en sus habilidades cognitivas, pero ha sido escaso el dedicado a la mejora de la efi ciencia de los procesos de aprendizaje de personas normales o de alto potencial. Esto se entiende, pues siempre se percibe de modo más acuciante la atención a personas con problemas que a quienes no están sometidos a limitaciones en sus capacidades.
  • No todos los campos de la cognición han sido estudiados con la misma profundidad: el aprendizaje del lenguaje y el de las matemáticas han concentrado la mayor parte del esfuerzo dedicado. También esto tiene su lógica, ya ambos aspectos son de una gran importancia para el desenvolvimiento de una persona en el entorno social al que pertenece.

En cualquier caso, la situación es que el desarrollo de las aplicaciones a la docencia del conocimiento científico procedente de la neurociencia, es aún escaso. En lo que se refi ere a los aspectos de tipo general de la enseñanza es válido lo antes indicado acerca de la influencia del sueño, el ejercicio, el ambiente, la alimentación, de la motivación, etc.; pero en lo referente a las mecanismos que intervienen, por ejemplo, en el aprendizaje de materias como la física o las ciencias naturales, es aún escasa la investigación que se ha llevado a cabo.

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