GEOGRAFÍA - PAÍSES: China - 8ª parte
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Geografía

PAÍSES

China - 8ª parte


Historia: dinastías clásicas   Historia: s. XII al XIX

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Historia: dinastías clásicas

letra capitular En el año 581, Yang Jian, alto funcionario del reino Zhou del N, consiguió someter a la región del S, tras la conquista de Nanjin. De este modo se inició la dinastía Sui (581-618), que reunificó el país después de tres siglos de fragmentación política, económica, cultural y lingüística. Durante este período se construyó el gran canal que unió el Yangze y el Huanghe. Los desastres en las guerras contra los coreanos y los turcos precipitaron la caída de los Sui y la imposición de la nueva dinastía Tang (618-907). Los Tang continuaron la obra de los Sui e inauguraron uno de los períodos más brillantes de la historia de China, que se convirtió en el centro político, económico y cultural de Asia.

Con el emperador Tai-Tsung (712-756) se llevó a cabo una importante reorganización de la administración, que recobró un elevado grado de racionalización y competencia. Bajo el reinado de Hsuan Tsung (712-756), el imperio se expandió al altiplano de Pamir, después de haberse anexionado Corea y Annam, y se enfrentó a los árabes hasta que fue vencido definitivamente en la batalla de Tabas (751). La restauración de la dinastía despues de un período de guerra civil comportó un importante cambio de estructura. La mayoría de los campesinos, oprimidos por un sistema fiscal demasiado duro, fueron reducidos a la condición de proletarios. Las ciudades, en cambio, albergaron una importante burguesía naciente. Durante esta época China conoció un gran desarrollo artístico (poesía y pintura) y científico (cartografía y matemáticas), y entró en contacto con otras civilizaciones, como la japonesa, la coreana, la india y la árabe.

El brillante período cultural y de expansión territorial de la dinastía Tang terminó con la derrota ante los árabes en el 751, en la frontera noroccidental. Desde este momento se inició una fase de decadencia que desembocó en la caída de los Tang, en el 907. A partir de entonces tuvo lugar una nueva fragmentación que se materializó en un período denominado de las «cinco dinastías», que se prolongó hasta el 960. Se caracterizó por el caos político, aunque tuvo lugar un importante desarrollo científico que se plasmó en la invención de la imprenta. Después de la rápida sucesión de las cinco dinastías, se impuso la dinastía Sung (960-1280), que llevó a cabo una nueva unificación y fundamentó su ideología en un confucionismo autoritario. Los Sung reorganizaron el país mediante la imposición de reformas tributarias que aliviaron la situación económica de los campesinos y favorecieron al comercio.

En las ciudades del SE continuó aumentando la importancia social de los capitalistas del gremio mercantil. Uno de los intentos de reforma más radicales fue el de aumentar la riqueza estatal mediante el incremento de la producción y el control del comercio exterior; se establecieron impuestos directos y también aduaneros en los puertos más importantes. Estas medidas, sin embargo, fracasaron ante la oposición de los conservadores mandarines, favorables a los grandes propietarios y comerciantes, y partidarios del liberalismo económico. A pesar de que la época de los Sung se caracterizó por un importante desarrollo cultural, gracias a la difusión de textos impresos, la dinastía perdió el control del NE del imperio, a causa de la formación de reinos bárbaros dentro de sus mismas fronteras. China quedó dividida en dos zonas: la mitad septentrional, ocupada por los Song, y la mitad meridional, en poder de los mongoles de Kitan, que formaron un reino sobre Manchuria y una parte de Mongolia, Hebei y Shanxi. En el siglo siguiente los juchen se establecieron en el reino de Ji, en la China septentrional.

Historia: s. XII al XIX

En el año 1126 las invasiones de tribus mongolas y tártaras provocaron el traslado de la capital de Kaifeng a Hangzhou, al S del Yangze. La unión de estas tribus, bajo el poder de Gengis Khan en 1206, representaba una grave amenaza para la China: cinco años después invadieron el país. En 1215 arrasaron Pekín, en 1227 acabaron la conquista del reino de Si-hia y en 1233 del de Kin. La parte meridional, en manos de la dinastía Song, mantuvo una fuerte resistencia contra los invasores, aunque finalmente, en 1279, todo el territorio quedó bajo la autoridad de una dinastía extranjera, la de los Yuan. El nieto de Gengis Khan, Kubilai Khan, trasladó la capital a Khanbaliq (la actual Pekín). Durante esta época el comercio se vio favorecido por el control de la zona occidental, que abrió las rutas hacia el Asia Central y hacia Europa.

Los Yuan desarrollaron las posibilidades comerciales del S (exportación de seda, importación de especias), generalizaron el uso del papel moneda y establecieron una zona de libre cambio desde el Pacífico hasta la Europa oriental. La apertura de estas rutas permitió la entrada de la cultura europea a través de viajeros como Marco Polo y Giovanni de Montecorvino. Políticamente, los mongoles monopolizaron los altos cargos del gobierno, la administración pasó a manos de funcionarios extranjeros (budistas y nestorianos), y la antigua clase social confucianista fue relegada al último puesto de la escala social. Durante este período la población quedó totalmente apartada de la política, la situación de los campesinos fue empeorando progresivamente y a partir de 1325 se generalizaron las revueltas populares. Paralelamente, las familias ricas comenzaron a apoyar los movimientos nacionalistas.

En 1368 tuvo lugar una sublevación, dirigida por el monje budista Zhu Yuanzhang, que destronó a los mongoles y terminó con la dinastía Yuan. Zhu Yuanzhang fue ascendido a emperador con el nombre de Hong-wu y fundó la dinastía nacional de los Ming (1368-1644), estableciendo la capital en Nanjin. La nueva dinastía tuvo por características la revalorización de la época clásica (dinastías Han y Tang), el triunfo de una xenofobia exaltada y una política aislacionista. Opuesto al neoconfucianismo que apoyaba el despotismo del emperador, surgió un confucionismo de tendencias idealistas, que afirmaba la dignidad del hombre y lo convertía en el verdadero centro del universo. Durante este período tuvieron acceso a la clase de los funcionarios personas que no pertenecían a la aristocracia terrateniente; esto provocó el aumento de las grandes propiedades con el consecuente empeoramiento de la situación de los campesinos, cada vez más empobrecidos y más desprotegidos legalmente. La actividad comercial marítima experimentó un desarrollo notable: los barcos chinos llegaban hasta Arabia y África oriental, y los comerciantes controlaban las rutas marítimas, estableciendo colonias en las islas del Índico. El emperador Iong-lo (1404-1424), trasladó la capital a Pekín y reivindicó la soberanía china sobre Corea, el Tibet e Indochina. A partir de mediados del s. XVI se multiplicaron los contactos con el exterior y aparecieron los primeros europeos.

Historia: dinastías clásicas   Historia: s. XII al XIX

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