Siguiendo con nuestro paseo histórico-filatélico, hoy nos detendremos en Alba Iulia que pasa por ser una de las ciudades más impresionantes y hermosas de toda Europa. Levantada por los Habsburgo, fue donde Rumania y Transilvania quedaron formalmente unidas. Iniciemos la entrada de estas tierras en la historia.
Alba significa BLANCA y proviene del viejo topónimo Balgrad y el de Iulia procede del húngaro Gyula que gobernó la región hace mil años. La ciudadela [Cetatea] es hoy el centro histórico de la ciudad y allí encontramos lo más importante de la misma. La belleza arquitectónica de Alba Iula ha superado la prueba del tiempo, sólo le faltó la aportación del italiano Giovanni Morando Visconti que, en el XVIII, la diseñó en forma de estrella de siete puntas siguiendo el legado arquitectónico del genial constructor francés Vauban que estaba en la corte de Luis XIV.
En el centro de ella se levanta la puerta-torreón de la no menos impresionante Catedral de la Reunificación en la Strada Mihai Viteazul y en estilo griego-ortodoxo; como su nombre indica, fue erigida en recuerdo de la integración transilvana en el territorio rumano tras la I Guerra Mundial y aquí fue coronado el rey Fernando en 1922, pero conviene recordar que a principios del XVII ya formó parte de Moldavia y Valaquia, por eso se empleó el término de reunificación como una forma de no olvidar el pasado.
Es una ciudad antigua, junto a la histórica Sarmizegetusa, fue el centro del poder imperial romano en Dacia y evidentemente, también tuvo un gran papel el hispalense Trajano. La zona está habitada desde el neolítico, en el siglo I la habitaban los apulios y Apulon [según los testimonios de Tolomeo] era su capital, convirtiéndose en sede administrativa y en cuartel general de la XIII Regio Gemina. En el IX sería, tras las terribles incursiones bárbaras, cuando renace con el nombre eslavo de Ciudad Blanca. Fue un período histórico de una inusitada riqueza y progreso gracias a la convergencia de las diferentes nacionalidades y el comercio. De ahí que según las fuentes que uno consulte aparezca el topónimo Alba Iulia (rumano), Gyulafehérvár (húngaro) o Wissenburg (alemán). En el XII será declarada sede episcopal y en 1542 capital del principado de Transilvania [por entonces Estado Vasallo de la Sublime Puerta]. En 1599 se asienta aquí el voivoda Miguel el Bravo [Mihai Viteazul] que será el artífice de la primera y efímera unión de los tres principados rumanos que en 1690 acabaron pasando al dominio del gran imperio de los Habsburgo hasta finalizada la I Guerra Mundial.
El recorrido filatélico lo haremos con los cuatro preciosos sellos que le dedicó el correo rumano. El facial de 3 Lei nos lleva hasta la fortaleza de la 13ª Legión romana, una zona que ocupa más de veinte hectáreas y que, en su día, sirvió de base para el establecimiento del imperio romano en esta zona de Dacia Superior. Asumió este campamento el rango de municipio en los tiempos de Septimius Severus (193-211) y devendría en la Colonia Nova Apulense con Traianus Decius (249-251). Gracias al impresionante boom económico acabó siendo la ciudad más rica de toda Dacia y ello le valió en el siglo segundo el sobrenombre de Chrysopolis (Ciudad del Oro) algo que aún le sigue provocando [a toda la región] algunos problemas, entonces el oro acabó en Roma; ahora los intentos de una empresa minera canadiense podrían llevarlo al otro lado del Atlántico, pero los promotores no tienen en cuenta las nefastas consecuencias para el medio ambiente y se olvidan del refrán castellano de “pan para hoy y hambre para mañana”. El desplazamiento de sus habitantes, la destrucción de la flora y fauna, un paisaje dantesco… En fin, las familias resisten la presión, se niegan a marcharse de las tierras que ocupan desde hace siglos, así que nos encontramos ante una de esas disyuntivas del devenir de la historia. Lo jodido es que siempre los políticos lo acaban enredando y las consecuencias las pagan los que viven allí; ellos van a seguir descuartizando la naturaleza junto a la tremenda cohorte de corruptos y corruptores, así que tendremos que estar atentos para ver cómo acaba este singular duelo. Hago votos para que la transnacional no ponga sus reales por estos bellos paisajes, pues entonces lo que hoy es una impresionante y bella región quedaría reducida a un montón de escoria, algo que ya lo hemos visto en las explotaciones mineras canadienses o en la exótica Nueva Caledonia. Cuando acaban las riquezas, la empresa que provocó el desastre, deja su terrible legado y un paisaje lunar totalmente arruinado, como si hubiera padecido un desastre nuclear.
La Tercera Puerta o Puerta Oriental también es denominada Puerta de Carlos, tiene un facial de 3.30 Lei, se encuentra en la Ciudadela, la fortaleza consta de siete baluartes que llevan los nombres de Eugenio de Saboya, San Esteban, Santísima Trinidad, San Miguel, San Carlos, San Capistrano y Santa Isabel. La edificación se inició el 4 de noviembre de 1715 precisamente por el baluarte en honor del emperador Carlos VI. Para la construcción se utilizaron los ladrillos y la piedra de las ruinas romanas, de ahí que los arqueólogos se vuelvan locos cada vez que alguien solicita permisos para construir en las zonas antiguas: se frotan las manos si aparece algo y el propietario ve cómo se arruina tratando de seguir con su proyecto que, generalmente, queda paralizado. En esta zona tenemos la famosa estatua ecuestre del soberano y en sus planchas inferiores aparecen las placas en honor del mariscal Eugenio de Saboya por su participación en la expulsión de las hordas turcas de aquella zona de Europa central. Aquí está el obelisco con una treintena de metros honrando la memoria de los héroes de las revueltas campesinas de 1784 Horea, Closca y Crispan. Creemos interesante resaltar que los bastiones fueron decorados con escenas del denominado Barroco transilvano. Como fondo, lado izquierdo del sello, plano parcial de la ciudadela siguiendo el estilo Vauban.
El tercer efecto tiene un valor facial de 8 Lei y está dedicado a la Catedral de San Miguel, se trata de un edificio levantado en el XI en su primera fase, fue continuado en 1247-1291, prácticamente al mismo tiempo que se levantaba la parisina de Notre Dame. Una tercera etapa sería iniciada entre 1320-1356 y después el príncipe Iancu de Hunedoara [Padre del húngaro rey Matías Corvino] el que haría construir su famosa necrópolis, allí sería enterrado junto a su hijo y su hermano; finalmente acabó alojando unas cuantas tumbas más de los príncipes transilvanos.
La Catedral constituye [hoy] el más importante ejemplo de la arquitectura religiosa medieval en Transilvania y donde pueden contemplarse las influencias de la Edad Media Europea, con ejemplos del románico, gótico, renacentista y barroco. Al final de la nave hay que destacar la bella imagen de la Virgen con el Niño; en la parte izquierda se localiza la tumba de la reina Isabel y la de su hijo Segismundo. En la célebre Capilla Lazó (1512) puede verse la primera manifestación del renacimiento italiano en Transilvania. En la zona del crucero todavía es posible distinguir frescos de la época en la que el sagrado lugar fue utilizado por los luteranos.
Y finaliza la serie con el facial de 9.10 Lei dedicado a la catedral de la Coronación, conocida también como Catedral Ortodoxa levantada entre 1921-1922 en forma de cruz griega y envuelta por una decorativa columnata. Aquí fueron coronados los soberanos Fernando I y la reina María el 15 de octubre de 1922; levantada de acuerdo con el proyecto de Víctor Gheorghe Stefanescu que se inspiró en la iglesia del voivoda de Targoviste y el ingeniero Eremia. En su interior se pueden admirar unos bellos frescos del gran Constantin Petrescu. Justo sobre la puerta de entrada se localiza una inmensa torre de casi 60 metros de altura que se yergue junto a la puerta occidental de la ciudadela. También recibe el nombre de la Santísima Trinidad y está consagrada a los arcángeles Miguel y Gabriel.
Los sellos comenzaron a circular el 27 de noviembre del 2015, fueron diseñados por Radu Olteau, hubo diferentes versiones, hojita bloque con los cuatro efectos, hojita de 5+1 viñeta para cada facial y hojas de 32 ejemplares, en todos los casos se utilizó el offset multicolor. Una bella e impecable emisión que realza la importancia histórica de esta ciudad cercana a los Montes Apuseni.
JUAN FRANCO CRESPO
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